viernes, 26 de febrero de 2016

Quiero

Quiero pintar, quiero pintar cuadros fantásticos, maravillosos, impresionantes, perfectos, tengo lienzos en blancos y un maletín con pinturas, y también tengo imágenes en mi cabeza esperando a ser plasmadas ¿a qué estoy esperando?. Quiero dibujar, que mi trazo vaya justo como mi imaginación es capaz de visualizar el dibujo antes de ser creado, no quiero temblar, quiero tener un trazo certero, dibujar, difuminar la imagen... ser una artista. Quiero tocar la guitarra, tengo una cogiendo polvo, y no se ni afinarla... no sé ningún acorde, quiero saber, quiero aprender. Me gustaría cantar pero creo que es algo que se escapa de mis posibilidades al no tener una voz entrenada desde joven ni poseer dotes innatos. Quiero bailar pero me siento torpe, siento que mis pies van lentos y les cuesta seguir el ritmo, quiero dejarme llevar por la música y que mi cuerpo vaya solo, quiero bailar, pero me siento arrítmica. Quiero escribir, pero a la hora de hacerlo suelo quedarme en blanco, ¿de qué escribo? si no llevo adelante ni un blog, quería escribir un blog, no un diario, pero se me hace difícil esconderme. Hacer un blog sobre un tema concreto es algo inconcebible para mi, no soy experta en ningún tema, y siempre acabo desvariando...divagar es lo único que "hago bien". Quiero muchas más cosas, conducir lejos, quiero conducir con mucha agilidad, tener unos reflejos de halcón...y una gran destreza al volante. Quiero leer muchos libros, muchos, muchísimos libros, y siento que no tengo tiempo para leerlos todos.

Esas son mis tareas pendientes, hobbies y actividades que he comenzado y he dejado a medias, todo aquello que he querido hacer y no he terminado. He tenido momentos, momentos que me he sentido "iluminada" y he dibujado, he pintado, he escrito... y he acabado satisfecha y feliz con el resultado. 

Resulta que me comentaron que los momentos dónde más ideas se te ocurren son los momentos conocidos como "las 3 B" Bath, Bus, Bed, del ínglés, baño, bus, y cama. En esos momentos se enciende una lucecita en nuestra cabeza que nos ilumina, entonces se nos ocurren ideas geniales, creamos!! música, poesía, arte... pero qué hacer si... si en esos momentos de inspiración ya no pensamos ni en la música, en la poesía ni en la pintura, pensamos en una persona, en sus ojos, su boca, su risa... pueden pasar dos cosas, una buena y una mala. 
1. Puede pasar que esa persona nos sirva de inspiración y 2. Puede ser que esa persona nos bloquee la mente y pensamos en todas las cosas que pudimos decirle y no le dijimos, en todo lo que queremos decirle la próxima vez que le veamos... en imaginarla, en recordarla, en soñar despiertos con ella... entonces queda a un lado todo, la música, la poesía, y todo aquello que queremos hacer... que queremos crear! ¿Será por eso que muchos artistas no quieren enamorarse en ciertos momentos de su carrera? (Ojo! no digo siempre, pero sí en momentos en los que quieren estar 100% en su trabajo, como si la forma de vida en solitario fuera mejor para sacar su arte) Bueno, puede que eso sea un tópico, un tópico muy típico. Pero parece que el amor se convierte en musa o te nubla los sentidos. Es mi impresión. 

Respecto a la teoría de las 3 B, sólo decir que llevaba una libreta en el bolso siempre que cogía el bus para capturar todas aquellas ideas, frases, pensamientos, reflexiones, que se me venían a la cabeza en mis años como universitaria, que para mi parecer, me resultaban geniales, y también me he levantado de la cama cuando se me venía una frase a la cabeza y tenía que correr a apuntarla porque sabía que por la mañana no me iba a acordar. Otra de mis divagaciones es que pienso si alguna vez las demás personas pensarán si todos piensan tanto como ellos están pensando, por ejemplo: ¿los demás pensarán tanto como yo, o soy yo el que no para de pensar?, ¿pensarán los demás que yo pienso tanto como ellos piensan? cosas así... Lo que viene a ser; pensamientos sobre el pensamiento ajeno.

Hasta aquí mi divagación del día...